sábado, 2 de junio de 2012

Michael Wittmann

Michael Wittmann nació el 22 de abril de 1914 en la aldea de Vogelthal en la región de Oberpfalz (Baviera). Hijo de Johann Wittmann y de su esposa Úrsula, tenía un hermano (Johann) y tres hermanas (Franziska, Anni y Theresa). Estudió hasta los 16 años y al terminar sus estudios ayudo en el trabajo de la granja de la familia. 
Imagen
Wittmann con su tripulación.

El 30 de octubre 1934 de Michael Wittmann comenzó un período de dos años en el ejército, y fue asignado a 10. Kompanie del 19. Infanterieregiment, en Arnulf, en la ciudad bávara de Freising cerca de Munich. Aquí empezó a tomar contacto con los blindados, aunque fuera con un Pzkpfw I, y su fascinación por ellos.
Posteriormente fue destinado a la división Leibstandarte-SS Adolf Hitler (LSSAH.) Wittmann entro en la LSSHA como SS-Mann, el equivalente a Gefreiter en la Wehrmacht,. El 20 de abril de 1.939 seria ascendido al rango de SS-Unterscharführer.
En abril de 1941 interviene en los Balcanes (Operación Marita) donde la LSSHA proporciono apoyo a la 9. Panzer Division para el asalto a la ciudad de Skopje, en Yugoslavia. La campaña yugoslava de la LSSHA terminó en una semana y la división fue enviada a Grecia donde ya sería una autentica unidad de combate y de la que ya formaban parte oficiales como Kurt “Panzer” Meyer, que se haría famoso por el asalto al paso de Klissura. Michael Wittmann y su equipo de StuG III también jugaron su parte en este asalto y el posterior empuje hacia el lago Kastoria, asistiendo a la captura de 12.000 hombres de la 13ª división griega. Atenas finalmente fue tomada a finales de abril.
Poco tiempo después, es enviado a tomar parte en la operación Barbarroja, la invasión de la URRS, campaña en la que intervendría hasta la caída de Rostov el 20 de noviembre de 1.941. Un día después recibiría la Panzer-Kampfabzeichen (Distintivo de Asalto Panzer) de plata por haber participado en 25 combates contra tanques enemigos.
Tras pasar por la academia militar de las SS en  Bad Tolz, fue destinado al batallón de reemplazo de los SS Panzer en Weimar (Pz. Ers. Abt. 500) en Padeborn, como comandante de pelotón. El 21 de diciembre 1942, ya como SS-Untersturmführer fue enviado a Francia a entrenarse con el nuevo tanque Panzerkampfwagen VI Ausf. H/E (Pz. Kpfw. VI, Sd. Kfz. 181) Tiger, armado con el potente cañón de 88 mm L/56 KwK 36.
Si siguiente destino fue el frente del Este, donde tomó parte  en la batalla de Kursk. Permaneció en dicho destino hasta abril de 1944, obteniendo numerosas victorias y condecoraciones. Fue enviado entonces a Francia, donde tuvo lugar su acción de combate más famosa: la batalla de Villers-Bocage.
La batalla de Villers-Bocage.
En principio el papel de Wittmann era de reconocimiento de los movimientos de los británicos en la zona, poniéndose en marcha a las 6 de la mañana del día 13 de junio, intentando camuflarse de los aviones aliados avanzando entre la vegetación. A 150 m de la colina 213, un sargento le informa de una columna aliada que se acerca, entre ellos el 4th County of London Yeomanry (C.L.Y.) de la 22th Armoured Brigade (7th Armoured Division “Desert Rats&rdquo, equipados con tanques Cromwell y Sherman “Firefly”.
El Sqn (escuadrón) A del County of London Yeomanry se situó al este de la aldea, mientras el Sqn B lo hacía al oeste, controlando el cruce de la carretera que conducía a Caumont, mientras el mando del 4th C.L.Y. se establecía en la calle principal de Villers. Una brigada de fusileros con 12 vehículos semiorugas M3 y 3 tanques Stuart M5A1 se desplegó directamente detrás del Sqn A.
Wittmann meditó la situación. No podía dejar pasar la oportunidad, pero cualquier contacto por radio con el cuartel general habría sido interceptado por los británicos.
Wittmann dirigió su Tiger de frente hacia los vehículos inmóviles del Sqn. A, cogidos totalmente por sorpresa y fuera de sus vehículos. Los británicos hicieron lo más inteligente que podían hacer, dispersarse y salir pitando, ya que poco podían hacer a pie contra un Tiger. En esta primera pasada 15 vehículos fueron destruidos (en honor a la verdad muchos lo fueron sin ninguna oposición) entre ellos 2 Cromwell y un Firefly de la brigada de fusileros, además de dos contracarros de 6 libras y tres Stuart. Al entrar en el pueblo se encontraron con los 4 Cromwell del HQ, destruyendo tres de ellos, y varios vehículos M3 (estos con el fuego de la MG34). Del Sqn A muy pocos pudieron escapar de la sorpresa inicial, entre ellos el capitán Patrick Dyas, que inteligentemente había movido hacia atrás su Cromwell por una calle lateral. Mientras tanto el Sqn B ya estaba alertado de la presencia de los Tiger.
Wittmann entro cautelosamente en el pueblo, sin darse cuenta de que tenia detrás al Cromwell de Dyas, pudiendo esquivar un encuentro con un Sherman Firefly (con un cañón de 17. libras, tan potente como el 88 de un Tiger, no debe tomarse a la ligera) mandado por el sargento Stan Lockwood, del Sqn B.
Restos de la columna británica.

Dyas, que se mantenía a distancia segura entre tanto, vio su oportunidad y disparo dos veces con el 75 mm de su Cromwell pero ambos se hicieron humo en el blindaje del Tiger. No tuvo segunda oportunidad,  el artillero de Wittmann giró la torreta y disparó de lleno al Cromwell, aunque Dyas pudo salir del tanque mientras este ardía. Su conductor y su artillero no tuvieron tanta suerte.
El Tiger de Wittmann se dirigía entonces al encuentro del Sqn B por la rue Clémenceau cuando un disparo de un cañón anticarro de 6 libras le alcanzó en las cadenas, quedándose parado delante del almacén Huet-Godefroy. Wittmann y su tripulación salieron del tanque a toda prisa sabiendo que no podían hacer nada más y con la esperanza de poder recuperar el Tiger más tarde, dirigiéndose a pie al puesto de mando de la 130. Panzer Lehr donde presento el informe de la situación. Posteriormente, varias unidades de Panzer Lehr volvieron a Villers-Bocage, pero el factor sorpresa ya se había perdido, por lo que la situación de la mañana no pudo repetirse. Las perdidas habían sido de 6 Tiger (tres pudieron recuperarse mas tarde) y cinco Pzkpfw IV.
Los británicos perdieron ese día (13 de junio 1.944) en Villers-Bocage 30 tanques de los que la propaganda alemana atribuyo directamente a Wittmann 27 (evidentemente es una exageración ya que Wittmann no actuó solo), mas tarde la cifra se estableció en 21 (también exagerado), y finalmente los historiadores se han puesto de acuerdo en que ese día destruyó 12 tanques (5 Cromwell, 3 Stuart y 4 Sherman) y 15 vehiculos de diverso tipo (semiorugas M3, autoametralladores Bren y tranportes diversos). Lo que esta claro es que la acción de Wittmann en Villers-Bocage fue una muestra de observación, improvisación, decisión, valor y por que no decirlo, también de suerte, factor muy decisivo en muchas ocasiones, al alcance solo de comandantes como el propio Wittmann, Otto Carius o Kurt Knispel.
Michael Wittmann murió el 8 de agosto en St. Aignan de Cramesnil, siendo enterrado en el campo junto a su tripulación. En 1.983 al realizar unas obras en una carretera cerca de Cintheaux fueron encontrados sus cuerpos y trasladados al cementerio de La Cambe donde reposan desde entonces.


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